sábado, 24 de noviembre de 2007

El borracho

Ase muchos años en los tiempos de maría castaña yo mismo tenia un amigo del cual no os voy ha de sir el nombre pero la cuestión es que ha ese amigo mio le gustaba el tinto. Bueno al blanco tampoco le A sia asco y no digamos al Brandy. la Cuestión es que siempre es taba ti vio y me conto una istoria que.
decía así; cierta vez, ya muy entrada la noche,Andaba yo por las callejuelas retorcidas y más formadas de mi pueblo. iba caminando en estado de embriague por. Las calles que eran alumbradas apenas con unos pequeños candiles que al reflejar las sombras de las figuras parecian fantasmagóricas, a lo cual el borrachín no daba muestra de sobresalto. Andando unos pasos más, escuchó levemente el llanto de un bebé, era un llanto ahogado. Se detuvo tambaleante pero ya no escuchó nada más que el aullar de los perros en la lejanía.
Andando unos metros más de nuevo escuchó ese llanto inconfundible, ahora si era claro era el llanto de un bebé que se escuchaba más fuerte, el hombre buscó en los rincones, y justo en la esquina se hallaba la infortunada criatura zonrosada y regordeta que solo estaba cubierta por una pequeña manta. El hombre levantó al bebé sin antes maldecir a la madre. Aún tambaleándose el hombre siguió su camino aún murmurando pestes contra la infame que dejó a su pequeño crío en semejante situación. No había llegado ni al siguiente faro y empezó a tener la impresión de que el niño pesaba un poco más. Avanzó 4 calles más y evidentemente se percató de que el chiquillo era más grande y más pesado, ya no podía con él, Parecía que en lugar de un niño llevaba un cérdito cargado, y se acercó a la luz del siguiente faro para ver bien al niño, levantó la manta y cual fue su sorpresa al comprobar que efectivamente era un cerdo lo que llevaba cargando, el cuál lo miró con los ojos encendidos, chasqueo los colmillos y le dise as visto que colmillos más grandes tengo el terror más profundo que se pueda sentir, lanzando al animal por los aires y exclamando mál rallo te parta se echó a correr por las retorcidas calles empedradas,Que hasta la borrachera se le quito...


yo mismo

1 comentario:

Soñadora dijo...

MADRE MIA¡¡¡¡¡ LO QUE HACE EL TINTO.
BESITOS