lunes, 31 de mayo de 2010
La Regenta 11
La Regenta 11
La Regenta despertó de pues de tres días de letargo a consecuencias de un enfriamiento. se hallaba en el interior de su cueva postrada en el camastro de mugo y hojas todo le daba vueltas no sabia que había pasado de pronto recordó que tenia un hijo y recordó que lo avía preparado para que se marchara pues no sabia si ella iba a morís a consecuencias de la enfermedad que avía pasado. La duquesa escucho un ruido en la puerta de la cueva y salio a recibir a su hijo pues quien más podía ser, cual seria su sorpresa al escuchas una voz que decía,- Quién eres tú y cómo es que te encuentras en estos bosque la duquesa contesto ya que avía reconocido a su esposo al instante soy yo tu esposa, a la que desterrantes, pero soy inocente, bien lo sabe Dios. El duque como si lo hubiera partido un rayo, y sin acertar a explicar si estaba soñando o estaba despierto. La duquesa como, en ocasiones, su dolor y pesadumbre eran tales que llegaba a perder el conocimiento y, en aquel momento se veía tan apartada de sus gentes en aquel retirado bosque, le pareció ver el alma de su esposo y exclamó con una voz entre cortada por el espanto rompiendo en llanto y con voz llena de ternura no soy un espanto, sino tu esposa Regenta la emoción y el espanto impedían,
Hoctacular palabra, El duque, sacudió la cabeza Sus ojos parecían estar cegados por una, nube y de su garganta no podía brotar palabra se limitaba a mirarla fijamente, con ojos llenos de terror sin atreverse a aproximarse y cada
vez. más convencido de que era sólo un espanto que tenía ante su ojos por último, La duquesa cogió una mano ; pero él se apresuró a retirarla, exclamando con voz llorosa
Déjame, déjame no eres más que el espanto de mi esposa que vienes, al mundo para pedirme cuenta de la sangre que derrame fue
Aquí en esta cueva, donde sepultaron tus cadáver déjame, que ya me atormento yo bastante y no puedo hallar tranquilidad en este mundo. Y si quieres aparecerte a mí toma una forma menos miserable que yo te vea, como antes. -La duquesa mirándole con ternura y cariño Cómo es que ya no reconoces a tu esposa mírame bien soy yo, yo
misma mira esta pulsera que tú me regalaste y que todavía la tengo.- El Duque pudo al fin dominar su terror, y exclamó, como si hubiera
salido de un ensueño. Pero de verdad que eres tu realmente eres tú…continuara
YO MISMO
lunes, 24 de mayo de 2010
La regenta 10
Pasaron los años y el niño crecio con una vida miceria y penurias y miseria en el bosque, al cuidado de su madre la cual siempre pendiente al niño cuidando siempre darle las máximas lecciones que ella avía tenido en su vida anterior. Regenta se Cintia enferma en medio de aquel horrible bosque con un niño de siete años sin saber que hacer, pasaban los días y cada día en peoraba más y más se preguntaba que será de mi hijo si yo muero no quiero ni pensarlo.
Regente sintiéndose muy debí comezón a preparar a su hijo para lo peor dándoles estrucciones de lo que tenia que a ser el camino a seguir quien era su padre a quien tenia que evitar los frutos del bosque que tenia que comer que tenia que Acer para protegerse de las alimañas pues era un camino peligroso para un niño tan debí como el suyo- si hacer lo que te digo llegaras.
Llévate toda la fruta que puedas por si no encuentras nada que comer en el camino. Llévate un palo para defenderte de las fieras. Hijo mío eres muy pequeño pero estas acostumbrados ha sobre vivir en la selva. Al anochecer, aumentó la fiebre de Regenta
hasta el punto que los esfuerzos que hacía para mantenerse en pies le cubrirse la frente de un sudor frío que se estremecía
no obstante, ISO un esfuerzo para recuperar sus perdidas fuerzas y sentándose en el montón de ramas que le servia de lecho. Le dijo a su hijo el cual no se separaba de ella ni un momento,
hijo mío sé bueno para que un día podamos encontrarnos y abrazando y estrechándole y dándoles las ultimas caricia Hijo no olvides a tu pobre madre, La regenta sin tener fuerzas para añadir
una palabra más, cayó sobre su lecho y cerro los ojos el pobre niño ignoraba si su madre estaba muerta o dormida realmente se . Arrodillo junto a ella, y rompió en llanto, diciendo madre madre madre.
El niño partió sin rumbo asías ninguna parte pues no sabia si su madre estaba muerta o viva pues en su corta edad no sabia aprecias el dormí o el morí continua YO MISMO
domingo, 16 de mayo de 2010
L REGENTA 9
La regenta 9
La regenta des pues de das vueltas y más vuelta sin saber para donde dirigirse con su hijo en brazos los píes llenos de llagas ya estaba apunto de caer cuando diviso un salsa. Debajo del cual había una especie de cueva que se adentraba bajo una roca gigantesca la duquesa se dio cuenta que allí podía cubijarse perfectamente ella y
Su pequeño hijo. Regenta se puso a es pensional la cueva avanzó por el interior de repente escucho un ruido que paresia ser de la entrada de la cueva se fijo bien veía algo que se movía en la entrada de la cueva de repente lo que fuera aquella cosa comenzó a corres hacia dentro la duquesa callo al suelo del terror que le entro. Regenta estaba desmallada y sintió un cosquilleo en la cara y fue despertando poco a poco alguien les estaba haciéndole cosquillas cual seria su sosprea al ver que una cabra le estaba oliendo la cara comenzó a acariciarla y la cabra lejos de huir izo amagos de acariciarse con ella guisar se avía extraviado de algún rebaño y avía echo de la cueva su guarida Regenta seguía acariciando el animal posó su mano por las ubres que las tenia a reventa y la cabra parecía ser dosis la duquesa , concibió la idea de utilizar su leche para alimentarse ella y su hijo.
Y, acto seguido, colocó a su hijo en posición conveniente para que pudiera mamar de la cabra. El niño, una vez bien alimentado, se quedó dormido, y Regenta envolviéndolo en una -parte de sus ropas, lo acostó en un rincón de la cueva, en donde había un reducido espacio que parecía hecho a propósito. Una vez hecho esto, pensó la pobre madre atender a sus propias necesidades. En seguida salió de
La cueva y, valiéndose de algunas hojas anchas se una especie de
Cucurucho y se puso a ordeñar la cabra mientras comía logrando
obtener de ella leche suficiente para sacias su apetito
cuando había bebido algunos tragos repararon en el salsas que avia visto en la entrada de la cueva que estaba repleto de moras. La regenta recolecto moras para ella y su hijo cuando hubo saciado su
apetito salió nuevamente de la cueva, a la que hizo repetidos viajes, para arreglas la entrada quitando algunas salsa y matorrales de la entrada tanbien arrancaba ramas y musgo de los árboles para hacerse un lecho para ella y su hijo. Ya que no tenia que preocuparse por la cabra pues entraba y salía de la cueva cuando quería.
CONTI… YO MISMO
domingo, 9 de mayo de 2010
La Regenta 8
La Regenta 8
momentos después de haberse retirado la sirvienta, se abrió la puerta del calabozo y entraron dos hombres armados. Uno de ellos ye baba un hacha y el otro un candí encendido, y con voz ronca
le dice Arrodíllate, Regenta la duquesa hizo lo que le decían creyendo que ya había ye gado su hora. Conrado que a sin se llamaba el de la voz ronca le dice dame tu hijo, y tú, Enrique, que se llamaba el otro tápales los ojos y diciendo esto se adelanto para coger al niño
y alzó el hacha Pero Regenta, estrechando a su hijo entre sus brazo es clamo al cielo, y dijo no abra sobre la tierra
descanso para el que llega a derramar sangre de un inocente Conrado, sin bajar el hacha, que conserva levantada repuso yo por mi parte, me limito a obedecer ordenes si eso no es justo el que me manda responderá ante Dios. No obstante, Regenta prosiguió suplicando y quejándose No veis a un niño inocente que jamás a podido hacerle daño a nadie sólo
vosotros seréis responsable de teñís la tierra con la sangre de un inocente niño y
la Naturaleza se estremece de horror en el momento en que la inocencia se a sacrificada. Y en lo sucesivo os es treme seréis con el mas leve ruido de una hoja caída de un albo y jamás en contraharéis la paz por donde quiera que valláis os es taran mirando miles de ojos os contempla en este instante. Conrado que permanecido hasta aquel momento sin hablar una palabra, limpio una lágrima que resbalaba por su mejilla, y dijo Te digo, que esto me destroza el corazón. Vamos a dejarla vivir. Si quieres sangre hunde tu hacha en el corazón de Sigifredo que es el único culpable.
La duquesa no nos as hecho siempre mas que bien y si no, acuérdate de cuando, hace poco tiempo, estuviste enfermo. De todos modos, es preciso que muera- repuso Conrado- ahora, no viene a cuento
nada de cuanto Yo también encuentro muy duro quitarle la vida pero piensa si no lo asemos moriremos nosotros dos. Los dos hombres quedaron pensativos Tan sólo Enrique la contempló un momento a Regenta con la vista empañada por las lagrimas y exclamo que Dios se apiade de ti y vele por vuestra vida y la de vuestro hijo. Si el no
tiene más compasión que han tenido los hombres, en este lugar desierto estáis perdida irremediablemente.
Los dos hombres dieron media huerta y marcharon dejando sola a Regenta y a su pequeño hijo…con YO MISMO
martes, 4 de mayo de 2010
LA REGENTA 7
Sería la media noche cuan Regenta escucho el cerrojo de la puerta de su calce y una voz, que parecía que esta llorando exclamaba Querida duquesa aún estar despierta, a estas hora ignoro si podré decirte que ese malvado de Sigifredo que Dios lo tenga en lo más profundo de las tinieblas- quien eres pregunto Regenta levantándose del jergón de paja y encaminándose hacia la Puerta
Abrió la puentéesela que serbia de traga luz y escucho una voz que decía - Soy la hija del portero que ha estado enferma mancho tiempo y que lo está todavía y para la cual habéis sido tan buena. y mi
mayor deseo sería poder ayudarte pero solo te traigo una mala noticia ha dicho el malvado Sigifredo que esta noche moriréis queréis pedirme algo.- Regenta conmovida por la terrible noticia que acababa de recibir no pudo articular palabra en un principio mas, recobrando el aliento y toda su voz, dijo a la Jove - si hija mía, por favor tráeme papel y pluma. Se apresura la joven a complacer a Regenta y escribió la siguiente carta, en un papel viejo que le acerco la joven.
Querido esposo Te escribo por última vez, echada sobre el jergón de paja pudre fasta y la fría celda que por orden tulla me metió tu malvado criado Sigifredo. Cuando llegues a leerla ya abre compadecidos ante el tribunal Supremo sin Juez. Tú creyéndome culpable me has condenado a muerte, pero bien sabe Dios que muero inocente. Te lo
Juro por el y hallándome a las puertas de la muerte cree que no sería capaz de mentir al abandonar este mundo te lo juro por tu hijo y el mío pues no se si sabrás que tenemos un hijo del cual no sabes nada pues llevo en tu calabozo -11- meces y tres días y jamás me an dejado escribirte unas linias querido esposo si algún consuelo experimento es solamente por ti. Sé
Bien que as sido engañado por una calumnia espantosa, sino no condenarías a muerta a tu esposa y a tu hijo Cuando, pase el tiempo
y llegues a descubrir la injusticia no tengas remordimientos. Siempre me has amado y no puedes acusarte de
mi muerte si así sucede, es porque saín tenia que ser Puesto que ya no tiene remedio, no pidas perdón puesto que no lo tienes pues los jueces escuchan las dos partes y tu solo es cuchaste a tu criado
y no vuelvas a condenar a nadie sin antes oír las dos partes esta
condena que es la primera que has puesto y guisar sea la última. y en la que no tienes toda la culpa
trata de borrarla de tu mente con acciones buenas y generosas, puesto que es lo mejor que puedes hacer, ya que estarás
desesperado y aficiado de nada te ha de ser vil piensa que a veces la vida se ase larga y en ella todo se paga jamás veras a tu hijo ni tu Regenta , pues me marcho de este mundo siendo inocente. Donde voy no abra malvados que me condene siendo inocente…
deseos… con… YO MISMO
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