Un vecino del pueblo de arriba, estaba haciendo una zanja para separar su terreno del de su vecino, encontró un cofre lleno de monedas de oro y dijo:-A mi no me interesa las monedas, desenterré el cofre,saqué las monedas y las limpie. Pues estaban muy sucias del tiempo que llevaban en terradas...Mientras las apilaba sobre la mesa, las fui contando,Constituían en sí mismas una verdadera fortuna. Solo por pasar el tiempo, empecé a imaginar todas las cosas que se podrían comprar con ellas.Pensaba en lo contento que se pondría un avaro, que se encontrara semejante tesoro. Por suerte, no era mi caso.Hoy vino un señor a reclamar las monedas, era mi vecino. Pretendía sostener el muy miserable, que las monedas las había enterrado su tatara, tatara, tatara, abuelo, y que por lo tanto le pertenecían a él.Me dio tanta rabia, que le di tres guantazos que le puse la cara del revés.Si no lo hubiera visto tan desesperado por tenerlas se las hubiera dado, porque si hay algo que a mí me fastidia, son los avaros y usureros y la gente codiciosa. Pues yo no soy acin.
Bueno, yo por supuesto me compre un cochecillo, un pisillo, una casilla en el campo, un apartamento en Torremolinos, un chalet en marbella… etc. etc y lo que me sobro lo puse en el banco agüen recaudo, claro que yo por su puesto no soy avaro… ji ji ji YO MISMO
martes, 15 de diciembre de 2009
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