LA REGENTA 3
Puesto que es necesario, que te la lleves, hijo mío; ella es nuestro
más preciado Tesoro y la mejo recompensa que puedas
Aspirar, ama a mi hija que ahora cadecera de padre y madre. Así lo prometió el duque. Ambos recibieron la bendición paternal. En aquel momento apareció el cura que había bendecido la unió de los jóvenes esposos, cuando estuvo ante ellos le dio también su bendición y dijo aunque dirigiéndose particularmente a Regenta.
No lloré noble duquesa tenéis reservada una inmensa dicha, aunque por caminos muy distintos de vuestros progenitores. Y la duquesa partió en su magnifico carruaje especial mente preparado para ella lanzándose ha galope tendido, en breve desaparecieron ambos, escoltados por una brillante cometiba. El duque residía en un cortijo situado en la fardad de la montaña del pueblo de abajo un bellísimo paisaje. Al llegar a la puertas el duque acompañado
de su joven esposa, ya estaban dispuestos todos sus sirvientes
de ambos sexos, en galoneados con sus mejores galas a puerta del
Cortijo estaba adornado con verdes ramas y arbusto.
Todas las miradas de los sirvientes estaban puestas en Regenta
pues los criados del duque tenían gran curiosidad por conocer a la que sería su nuevas señoras todos quedaron asombrados al verla
pues la belleza, y hermosura de Regenta era poco común.
Apenas se apeó Regenta del carruaje saludó a todos los sirvientes de su esposo con palabras llenas de dulzura y bondad dirígiéndose.
Particularmente a las madres, que la rodeaban llevando en brazos a sus hijos, y a los cuales hablándole con cariño,
Informándose de la edad que tenia cada uno y nombre de los niños,
y obsequiando a todos tan generosamente, que acabó por conquistar la simpatías, de todos. El duque hizo saber a todos los
Presentes que, a ruego de su esposa, iba a repartir
algún dinero para a palear el tiempo que Abia estado ausente… continua…YOMISMO
domingo, 28 de marzo de 2010
lunes, 22 de marzo de 2010
LA REGENTA 2
LA REGENTA 2
La niña se izo mayor su bellísimo y agraciado rostro, en el que se retrataba la más pura inocencia, su rubia cabellera,
flotando en largos y ondulantes rizos sobre la espalda, sus hermosos ojos azules, su mirada humilde y cariñosa a la par, se
habría confundido fácilmente con. un ángel sobre todo, cuando aparecía en la choza de\los pobre para Repartí entre los niños
Alimentos con que restaurar sus perdidas de pezo, frutas y otros alimento que aun Eran muy caros en el pueblo de arriba, las cuales los había recibido como regalos y de las que se
privaba de comer para dárselas a los pobres .De este modo iba creciendo Regenda, quien, al llegar a los veinte y un año era la imagen de la hermosura, hasta el punto que la madres la presentaban a sus hijas como modelo de la generosidad, y sencillez
y, en resumen, de las más preciosas virtudes que
se Deben adornar a una joven. A eso se debió que se
Casara con el duque del pueblo de abajo el cual era igualmente querido y respetad por toda la gente del pueblo de abajo.
. El día en que Regenta debía partir con
su esposo, el Duque fue de verdadero dolor para todos los habitantes del pueblo de arriba
su padre, el marques del pueblo de arriba dijo
al darle el abrazo de despedida Ve hija mía; tu madre y yo estaremos felices porque sabemos que podemos ir haberte
cuando estéis establecidos, y no dudes que siempre estarás en nuestros corazones y donde quiera que vallas estaremos con tigo
tus padres saven que jamás abandonaras la senda del deber pues de
Este modo nosotros estaremos siempre tranquilos respecto a tu suerte.
Luego, su madre, abrazándola a su vez, díjo con la voz entre cortada por el llanto.
—A diós, mi querida Regenta. Ignoro lo
que el destino te tiene reservado, pero siempre has sido una, hija ejemplar y obediente y cariñosa para tus padres ; nunca,
nos diste el menor problema y así debes conservarte en lo sucesivo, apartándote
Siempre de cuanto pueda avergonzarte ante tu propia
Conciencia e lo repito ser siempre tu misma buena y virtuosa, aunque no se cuando volveremos a vernos.
Los padres de Regenta se volvieron a hacia el duque del pueblo de
Abajo y le hablaron diciéndole… CONTINUARA YO MISMO
martes, 16 de marzo de 2010
lA REGENTA
LA REGENTA 1
En el pueblo de arriba ase muchísimos años vino al mundo Regenta, hija del
MARQUES DEL PUEBLO DE ARRIBA Un señor a quien todo LA GENTE del pueblo de arriba
Admiraba, tanto por su buen corazón como por sus sentimientos hacia laS PERSOAS
y su amor al prójimo, cualidades que trasmitía Igualmente a su
esposa la marquesa hasta' el punto que se podía, decirse
Que eran dos arma iguales la marquesa que daría alud a Regenta
que seria su única hija la cual des de su más tierna infancia, tubo una
clara Inteligencia, un corazón noble y sensible
y un carácter poco común, con la gente que la rodeaba
la modestia y amabilidad que la adornaban
Con una sonrisa angelical. La marquesa, siguiendo la costumbre
de aquel tiempo, sentándose al lado de la lumbres para hacer punto.
Y la pequeña Regenta, que apenas tenía, cinco
años, situándose en un taburetito de madera junto
A su madre, para aprender a manejar el huso de las agujas
Con sus tiernas manos todos los que la presenciaban quedában
Prendados de la niña, al escuchar las ingeniosas
Preguntas que LE dirigía su madre y las claras repuestas que con testaba la niña si aquellas preguntas heran de su alcance dando asin a conocer SU INTELIGENCIA con una
discrecion tan Superior a su edad, que con el tiempo llegaría a ser una criatura extraordinaria. Cuando ya contaba diez o doce año. YO MISMO
En el pueblo de arriba ase muchísimos años vino al mundo Regenta, hija del
MARQUES DEL PUEBLO DE ARRIBA Un señor a quien todo LA GENTE del pueblo de arriba
Admiraba, tanto por su buen corazón como por sus sentimientos hacia laS PERSOAS
y su amor al prójimo, cualidades que trasmitía Igualmente a su
esposa la marquesa hasta' el punto que se podía, decirse
Que eran dos arma iguales la marquesa que daría alud a Regenta
que seria su única hija la cual des de su más tierna infancia, tubo una
clara Inteligencia, un corazón noble y sensible
y un carácter poco común, con la gente que la rodeaba
la modestia y amabilidad que la adornaban
Con una sonrisa angelical. La marquesa, siguiendo la costumbre
de aquel tiempo, sentándose al lado de la lumbres para hacer punto.
Y la pequeña Regenta, que apenas tenía, cinco
años, situándose en un taburetito de madera junto
A su madre, para aprender a manejar el huso de las agujas
Con sus tiernas manos todos los que la presenciaban quedában
Prendados de la niña, al escuchar las ingeniosas
Preguntas que LE dirigía su madre y las claras repuestas que con testaba la niña si aquellas preguntas heran de su alcance dando asin a conocer SU INTELIGENCIA con una
discrecion tan Superior a su edad, que con el tiempo llegaría a ser una criatura extraordinaria. Cuando ya contaba diez o doce año. YO MISMO
martes, 2 de marzo de 2010
Las peripecias de Raimundo 3
Una noche llamaron a la puerta de la casa de Don Francisco alcalde del pueblo de arriba, y acudió una guapa doncella y abrió la puerta y escucho una voc. que decía
-Dígale al alcalde que traigo noticias del paradero del bandido Raimundo.
-El alcalde ya está dormido, pero se lo comunicaré.
Rápidamente se levantó el alcalde y ordenó a la guala criada que hiciese pasar al visitante.
Entró el hombre que venía envuelto en una capa. Cuando estuvo a solas delante de Don Francisco, se soltó la capa y abriéndola dejó ver una escopeta que apuntaba directamente a la cabeza del alcalde, quien enseguida reconoció a Raimundo.
-Volvemos a encontrarnos, señor me he enterado en el pueblo de arriba que usted ha echado un escrito prometiendo diez mil pesetas a quien presente a Raimundo, vivo o muerto. Y como me hace falta el dinero para pagar a mi gente, pues he venido a presentar a Raimundo vivo. Entrégueme las diez mil pesetas del premio que a prometido.
Y ante el razonamiento de la escopeta, el alcalde le entregó las diez mil pesetas.
-Raimundo le dice si usted es capaz de amarrarme, ya me tiene preso. Pero no se acerque mucho no se vaya a disparar la escopeta que tengo para matar lobos.
Como Don Francisco no se atrevía a acercarse, Raimundo
-dijo esta visto que usted no quiere detenerme, así que entiendo que me deja libre y dando dos Pazos a cia tras dio media vuelta y se marcho…
Las peripecias de Raimundo
Y Raimundo riendo burlona mente salia por la puerta a toda velocidad, llevándose las diez mil pesetas y cuando don Francisco pudo salir a la calle pidiendo auxilio, Raimundo ya estaba muy lejos, metido en lo más profundo de la cierra, pues sus hombres apostados a cada lado del camino habían dominado a los guardas que custodiaban
la casa de don Francisco. Con el tiempo toda las partida de bandoleros va siendo apresada y ejecutadas. Raimundo huye al país vecino, y hasta allí le persigue el alcalde del pueblo de arriba al frente de 20 hombres armados con escopetas, se produjo una larga y valiente batalla y por la falta de munición, fue apresado y trasladado al pueblo de arriba donde fue juzgado y condenado… Lo que pasos de pues lo podéis imaginarlo… Asin me lo contaron y asin lo he contao…YO MISMO
Suscribirse a:
Entradas (Atom)