Las peripecias de Raimundo
Cierto día, Raimundo sorprendió a Don Francisco por los alrededores del pueblo de arriba paseando en su carruaje junto a otros personajes, Raimundo mandó que bajasen y le incrimino:
-Señor alcalde del pueblo de arriba me he enterado de que usted presume de que será capaz de capturarme.
-Sí, y de ahorcarte cuando te capture.
-Entonces tendré que perdonarle la vida para que pueda cumplir su promesa.
Y ordenó que todos subiesen al carro, y sin bajar del caballo colocó su bota derecha en el estribo del carruaje y le ordeno a Don Francisco que se la abrochase el alcalde abrocho la bota y se fue refunfuñando.
Desde entonces se entabló una lucha ferol entre el alcalde y el bandolero. El alcalde Don Francisco mandaba todos los días escuadrones de guardia civiles a la sierra para que acabasen con todos los bandoleros, pero no podían capturar a Raimundo.
La rabia y el odio obligaron a Don Francisco a publicar un bando en el que prometía diez mil pesetas de aquellos tiempos a quien entregara vivo o muerto al bandolero y se distribuyó por todos los pueblos de Andalucía…continuara
YO MISMO
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