
En el pueblo de arriba había una muchacha de nombre Adela que su belleza era descomunal. Todos los del pueblo la conocían. Pero Adela se sentía muy sola. A todos los pretendientes les encontraba defectos. Entonces, sentía que su belleza se marchitaba y seguía anhelando su ideal de la pareja perfecta. Un día, Adela oyó hablar de un Hombre que a todos con movía con sus palabras. Aquella noche, decidió consultarle su problema. A la mañana siguiente, llegó hasta él y, tras exponerle su mala suerte, con los Hombre le dijo:- Necesito hallar la pareja perfecta. Qué puedes decirme Una persona como tú, sin duda, habrá encontrado la pareja perfecta.-El anciano, mirando a Adela con brillo en sus ojos, le dijo:- Pasé mi juventud buscando a la mujer perfecta. En Australia, encontré a una mujer preciosa inteligente, pero era muy inestable y egoísta. En la india conocí a una mujer que tenía un alma buena y generosa, pero no teníamos nada que hofreser… Y así una mujer tras otra. Al fin, me parecía haber logrado el gran encuentro de mi vida pero, pasó el tiempo, y descubría que me faltaba algo que mi alma anhelaba Otra cosa. Pasaron los años hasta que de pronto, un día…- dijo el anciano haciendo una pausa, la vi. Resplandeciente y bella allí estaba la mujer que yo había buscado toda mi vida.-Y qué pasó Te casaste con ella- replicó entusiasmada la joven Adela.-Al final la unión no pudo llevarse a cabo.-Por qué respondió Adela.- Porque al parecer, dijo el viejo con una gran tristeza en sus ojos,- ella buscaba la pareja perfecta… moraleja nadie es perfecto…YO MISMO
1 comentario:
que historia tan triste paco, despues de tanto tiempo sin pasar por aqui, me encuentro con esto jajajajjaja,bueno tampoco es que me vaya llorando, eh?
besitos
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