Al oír estas palabras me sentí que mi cuerpo se sumergió en un abismo sin final; todo daba vueltas a mi alrededor y en mi mente no dejaban de sonar unos chasquidos que poco a poco iban creando un ritmo anolmar y choque contra algo duro. Me había caído de la cama y todo había sido una pesadilla: el ser, la cucaracha, todo. Mi rodilla me dolía terriblemente y mi dedo meñique estaba torcido ¡Qué desastre! Me levanté y me encaminé quejándome hacia el baño, abrí el agua caliente y me duché. Me sentí mejor, mucho mejor. Últimamente soñaba mucho y siempre cosas muy raras.Encontrándome en lo mejor de mi aseo completo, sonó el timbre de la puerta y pensé ¡Ahora no puedo abrir! ¡Estoy mojado. como un pez y mientras me seco ya se habrán ido! Armándome de valor decidí intentarlo, y desnudo y chorreando me acerqué hasta la entrada asomándome cautelosamente por la mirilla. En el exterior había un individuo vestido de cartero que miraba fijamente hacia mi puerta. Tenía una cara muy dificil de accectar lo cual me llamó la atención. De repente empezó a hablar como si supiera que yo estaba ahí.- Señor, le traigo un telegrama, ábrame por favor.Le abrí sin mirarle de frente, firmé torpemente el recibo y cogí rápidamente el telegrama cerrando la puerta de golpe, y su voz, lejana y melodiosa me dijo,- Adiós amigo, que tenga un buen viaje-Rasgué el telegrama y miré rápidamente su contenido: solamente estaban escritas tres palabras : "Espero que vengas".Me senté temblando, la casa estaba fría y yo estaba mojado.Después de secar todo mi cuerpo concienzudamente me senté en la cama para así poder leer otra vez aquel telegrama. No entendía qué significado podían tener aquellas tres palabras; yo era una persona muy solitaria y alli no me conocia nadie mispadres vivían muy lejos, en España en Málaga en el campo y siempre sospeché que el día en que me fui de su casa a los 23 años se alegraron por quitarse de un plumazo la obligación de tener que bregar con un hijo con el que no se podían hacer muchos planes de futuro. conocido no se quien podía mandarme aquella tontería pensé, y mascullando un juramento lo tiré a la papelera. Me levanté refunfuñando y triste, nunca me era agradable confrontar que a nadie le importaba, me gustaba mucho estar solo pero no tanto. Me vestí y salí a la calle, entre en el bar. futre de la noche anterior para tomarme un café allí todos tenían cara de pocos amigos me tome el café mas malo imposible.Salí a la calle rápidamente cual no seria mi zocpreza. cuando miro para en frente y veo alolejos un pueblo muy blanco.mis compañeros no estaban y la barca tampoco.A esto que veo a una mujer mayor y más o menos por seña me dice que a aquel pueblo se iba por una vereja del bosque me dispongo a seguirla..
continuara yo mismo
1 comentario:
Paco por Dios como nos deja asi?
venga ya el siguiente.
besos
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